El Gobierno de Javier Milei rechaza la firma del acuerdo que busca enfrentar los principales desafíos globales, como el cambio climático y la paz mundial.
Argentina se desmarca del consenso global
El secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo, anunció que Argentina no se adherirá al Pacto del Futuro, una iniciativa firmada por los 193 países miembros de la ONU para abordar desafíos globales como el cambio climático, la paz y las amenazas tecnológicas. Según Sotelo, la decisión es parte de la política del presidente Javier Milei, quien no cree en la agenda climática internacional ni en lo que considera una "imposición de agendas totalitarias".
Las prioridades del Pacto del Futuro
El Pacto del Futuro, aprobado recientemente, propone 56 acciones destinadas a enfrentar problemas urgentes como el cambio climático, la diplomacia para la paz, la protección de los derechos humanos, y el avance de la inteligencia artificial. El proyecto también aborda la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU para hacerlo más representativo y eficaz, eliminando el poder de veto de grandes potencias como Rusia y Estados Unidos.
Un posicionamiento desafiante
Esta postura argentina se oficializó en redes sociales con una imagen de la canciller Diana Mondino, quien reafirmó la decisión del país en la Asamblea de la ONU. El gobierno de Milei ha dejado claro que continuará defendiendo su escepticismo hacia temas como el cambio climático, generando divisiones entre sus aliados y críticas por parte de la comunidad internacional.
La decisión de Argentina de no adherir al Pacto del Futuro marca un quiebre en su política exterior y en su compromiso con los desafíos globales. En un contexto donde la cooperación internacional es clave para enfrentar problemas como el cambio climático, esta decisión genera incertidumbre sobre el papel del país en la arena global.
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