OpenAI incursiona en la robótica humanoide con inversiones estratégicas, abriendo nuevas fronteras para la inteligencia artificial.
Un salto hacia el mundo físico
OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, está explorando el desarrollo de robots humanoides, marcando un nuevo capítulo en su trayectoria. Después de cerrar su división de robótica en 2021 para priorizar los modelos de lenguaje, OpenAI parece haber cambiado de estrategia con inversiones en startups especializadas y la incorporación de Caitlin Kalinowski, ex jefa de hardware de Oculus VR, como líder del equipo de robótica.
Aliados estratégicos en el sector
Entre las empresas que OpenAI respalda están:
Figure: Creadores del robot Figure 02, diseñado para tareas autónomas en entornos industriales. Ya está en pruebas en plantas de BMW.
1X Technologies: Responsables de NEO Beta, un robot humanoide orientado a tareas domésticas como llevar compras y limpiar. Su objetivo es desplegar millones de unidades para 2028.
La competencia en el sector
OpenAI se enfrenta a gigantes como Boston Dynamics, conocida por su robot Atlas, y Tesla, que desarrolla a Optimus. Sin embargo, la experiencia de OpenAI en inteligencia artificial avanzada podría darle una ventaja única, al permitir que sus robots sean más adaptables y eficientes en tareas cotidianas e industriales.
¿Revolución o riesgo?
Si OpenAI logra integrar su IA en robots humanoides, podríamos presenciar una transformación en cómo trabajamos e interactuamos con la tecnología. Desde automatizar tareas peligrosas hasta cuidar a personas mayores, los robots humanoides podrían extender las capacidades humanas. Sin embargo, el avance también plantea preguntas sobre el impacto en el empleo, la privacidad y la ética en el uso de estas tecnologías.
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