La ciudad de Esquel recibió durante julio y en lo que va de agosto más de 13 mil turistas de distinta procedencia, con un notable incremento en las últimas dos semanas debido a la llegada de la nieve, uno de los atractivos fundamentales de la región.
No obstante, si bien la nieve se demoró en llegar, 6510 turistas igualmente eligieron este destino durante las vacaciones de julio, por los otros atractivos que ofrece la región, como el viaje en tren con La Trochita y el Parque Nacional Los Alerces, según datos aportados por la Secretaría de Turismo de Esquel.
La zona cuenta con atractivos relevantes -además de La Trochita y Los Alerces-, como el centro de esquí La Hoya; la Red de Senderos Reserva Natural Urbana Laguna La Zeta; el canopy, en Pueblo Alto; cabalgatas por las montañas y el trekking en general.
La mayoría de los visitantes, un 55%, llegaron desde otros puntos de Chubut, muchos de ellos desde la costa, y para este fin de semana las nevadas generaron un movimiento superior a los de los primeros días del mes.
Los visitantes de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires fueron un 24%, y en menor medida llegaron desde Santa Fe (3%), Río Negro (4,8%), y Santa Cruz (6,8%) y un 8% de otras provincias.
"Es una temporada muy atípica, porque para esta fecha lo normal es tener mucha nieve, y el producto nuestro de invierno se caracterizó siempre por consumir lo que es la pista de La Hoya", dijo el secretario de Turismo de Esquel, Gustavo Simielli.
Tanto la pandemia como por la falta de nieve -la primera nevada llegó el 18 de agosto- hicieron que se tuviera que "ajustar el diseño para ofrecer a nuestros visitantes otros productos, y creo que lo estamos logrando", explicó el funcionario.
Respecto de La Trochita, Simielli recordó que "volvió a funcionar el 9 de julio, después de un año y medio", pero reitero que "ahora La Hoya está con nieve suficiente como para atraer turistas que puedan disfrutar, además, todos los otros atractivos, que son muchos". El Viejo Expreso Patagónico es uno de los atractivos más característicos de Esquel y una excursión imperdible en cualquier época del año, pero el último sábado su salida se vio adornada por una nevada intensa, que pintó de blanco todo el recorrido. Retratado como un verdadero museo en movimiento, ofrece la oportunidad de conocer un bellísimo e imponente paisaje, viajando de la misma forma en que se hacía hace más de setenta años, con sus pequeños vagones y su trocha angosta (75 centímetros), que lo hacen único en el mundo y convierten el trayecto en una verdadera aventura. Circula los sábados, cuando recorre 18 kilómetros desde Esquel hasta la estación Nahuel Pan, lugar de residencia de una comunidad mapuche-tehuelche, donde mientras el tren realiza las maniobras para el regreso, se puede visitar el Museo de Culturas Originarias, la Casa de las Artesanas y una feria de artesanos locales.
En cuanto al Parque Nacional Los Alerces, es una gran área protegida y Patrimonio Mundial de la Unesco que ofrece un sinnúmero de actividades, como un recorrido por El Alerzal y la excursión al Glaciar Torrecillas.
El paseo por El Alerzal es ideal para navegar y contemplar los imponentes cordones montañosos que lo rodean, además de conocer la variada vegetación que engrandece el paisaje, entre la que se destaca el Alerzal Milenario.
Durante el recorrido, de unos 2 kilómetros y considerado de dificultad baja-media, por un bosque pleno de coihues, cañas colihue y cipreses, se puede disfrutar de unos de los árboles más antiguos del planeta, al que bautizaron El Abuelo, y que cuenta con más de 2.620 años, 60 metros de altura y más de dos metros de diámetro. En la caminata hasta la base del Glaciar Torrecillas se accede a varios puntos panorámicos desde donde se pueden observar las laderas boscosas y las cumbres, que en esta época están cubiertas de nieve. Un ascenso no exento de pequeñas dificultades, incrementadas por la nieve acumulada, lleva hasta la Laguna del Antiguo, a los pies del Glaciar Torrecillas, donde se pueden apreciar las cuencas donde comenzó a acumularse la nieve y formarse el hielo glaciar, hace más de 24.000 años.
El paisaje rural de Chubut sumó en los últimos años un nuevo color a su paleta cromática, el de los viñedos que desde hace casi una década gana terreno y se convirtió en una de las atracciones de la región por la producción de vinos de categoría internacional. Los Viñedos Casa Yagüe, Viñas Nant y Fall y Bodega y Viñedo Contra Corriente son algunos de los exponentes de variedades como chardonnay, sauvignon blanc, cabernet franc, pinot noir, riesling y gewürztraminer, cuyo bouquet es apreciado en los mejores restaurantes del mundo. También es posible salir de Esquel, tomar la Ruta 40 y recorrer en el día lugares de encanto, como un laberinto, campos de fruta fina, ferias y museos, siempre acompañado de coloridos paisajes cordilleranos. En el complejo Pueblo Alto, desde sus ocho plataformas aéreas situadas en los árboles se puede recorrer en canopy dos kilómetros colgado sobre el tupido bosque de coihues y cipreses y cruzar un cañadón sobre el río Desagüadero, es una actividad que combina aventura y respeto por el medio ambiente. (Télam)
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