La Justicia estadounidense concluyó que la muerte de Kenneka Jenkins fue un accidente, pero su familia nunca aceptó esta versión y demandó al hotel por negligencia.
Una noche de fiesta que terminó en tragedia
El 9 de septiembre de 2017, Kenneka Jenkins, de 19 años, salió de su casa para asistir a una fiesta con amigos en el hotel Crowne Plaza en Rosemont, Illinois. Lo que comenzó como una celebración por su nuevo trabajo, terminó en una tragedia cuando, casi un día después, su cuerpo fue encontrado dentro de un freezer en una cocina abandonada del hotel.
Las últimas horas de Kenneka
Las cámaras de seguridad captaron a Kenneka tambaleándose sola por los pasillos del hotel, visiblemente desorientada y con síntomas de intoxicación. Sus últimos movimientos la llevaron a una cocina en desuso, donde desapareció de las cámaras. Horas más tarde, su cuerpo fue hallado en un freezer con signos de hipotermia y una pequeña herida en su pie derecho.
Un caso lleno de dudas
A pesar de que la autopsia concluyó que la causa de muerte fue accidental, debido a hipotermia por exposición al frío, la familia de Kenneka nunca creyó esta versión. Cuestionaron cómo pudo ella acceder y quedar atrapada en el freezer, y sospecharon de una posible negligencia por parte del hotel y las autoridades. Años después, en 2023, la familia llegó a un acuerdo de 10 millones de dólares con el hotel, aunque las dudas sobre lo que realmente sucedió aquella noche persisten.
🕵️♀️ El caso de Kenneka Jenkins sigue siendo un recordatorio inquietante de cómo una tragedia puede estar rodeada de misterios y dudas, dejando preguntas sin respuestas claras.
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