La falta de lluvias y el aumento de temperaturas están impactando de forma dramática el caudal del río Amazonas, una de las principales vías de transporte de Sudamérica. El Gobierno de Brasil ha decidido dragar tramos del río para permitir la navegación, pero la medida podría causar efectos ambientales a largo plazo.
Impacto en la navegación y el comercio
El río Amazonas, vital para el traslado de personas y mercancías, ha registrado su nivel de agua más bajo en la historia, reduciéndose a apenas unos metros de profundidad en algunas zonas. Esto ha complicado el acceso de barcos de carga y afectado la economía local, encareciendo tanto los alimentos como la electricidad debido a la falta de generación hidroeléctrica.
Cambio climático y deforestación
Los científicos apuntan al cambio climático, la deforestación y los incendios como los principales factores detrás de esta crisis. Las temperaturas en la región amazónica han aumentado un 2% desde la década de 1980, exacerbando la sequía y afectando a los ecosistemas, la biodiversidad y a las comunidades indígenas que dependen del río.
Consecuencias a largo plazo
El descenso del nivel del río amenaza no solo a la biodiversidad, sino también a más de 47 millones de personas que habitan en la cuenca, donde el pescado es una fuente crucial de alimentos. Además, el deterioro del Amazonas pone en riesgo la sostenibilidad de este ecosistema vital para el planeta.
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