La aparición de un formulario sexual utilizado por jugadores de fútbol desató polémica por incluir cláusulas inusuales y controversiales.
Un escándalo sacudió al fútbol español después de que se revelara un documento presuntamente utilizado por futbolistas de Primera División, que detalla un contrato de consentimiento sexual con una polémica cláusula de "violación accidental". El formulario fue dado a conocer por Miguel Galán, presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de España (CENAFE), quien calificó el contenido del contrato como "aberrante".
El contenido del contrato y la controversia
El documento, escrito en inglés, detalla las condiciones para mantener relaciones sexuales, incluyendo cláusulas como el nombre de las personas involucradas, el horario del encuentro, y una lista de actividades específicas que ambas partes consienten. Entre los puntos más criticados está la cláusula que señala que, en caso de una penetración no intencionada, esta sería considerada un "asalto", con la carga de la prueba recayendo en el hombre para demostrar que fue accidental.
Galán aseguró que ha sido contactado por jugadores para pedir asesoramiento sobre este tipo de contratos, afirmando que dichos documentos no tienen validez legal debido a que el consentimiento debe ser dado de forma clara y en cualquier momento puede ser revocado.
Repercusiones legales y sociales
Este tipo de contratos contravienen la Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual, que no requiere la firma de ningún acuerdo escrito, sino que aboga por el consentimiento explícito y continuo durante las relaciones sexuales. Además, se ha revelado que algunos futbolistas no solo firman estos acuerdos, sino que también graban videos de consentimiento.
El caso ha encendido el debate sobre la ética y legalidad de este tipo de prácticas, con amplias críticas por la naturaleza insensible y potencialmente abusiva de las cláusulas incluidas.
El uso de contratos para relaciones sexuales es un tema extremadamente delicado. La necesidad de un consentimiento claro y consciente en todo momento no debe verse comprometida por acuerdos que deshumanizan las interacciones. Es crucial garantizar que las leyes protejan a las personas involucradas de cualquier posible abuso.
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