Andrés Vázquez promovió a María Eugenia Fanelli a un puesto clave con un aumento salarial significativo, generando cuestionamientos éticos y políticos.
Los hechos
Siete días después de ser nombrado titular de la Dirección General Impositiva (DGI) por el presidente Javier Milei, Andrés Vázquez ascendió a su pareja, María Eugenia Fanelli, a la Dirección Regional Centro II de la Ciudad de Buenos Aires. Este puesto, de alta relevancia, implica la fiscalización de medianas y grandes empresas y conlleva un salario de entre 7 y 8 millones de pesos, duplicando sus ingresos previos.
El ascenso, registrado en la Disposición 182/2024, también implicó el traslado de Luciano Botto Rostom, quien ocupaba el cargo, a una dirección en Mercedes.
Cuestionamientos éticos
El Código de Ética de la DGI prohíbe explícitamente la intervención en casos donde exista un vínculo personal o conyugal. Fuentes internas calificaron el nombramiento como “inusual” y “anormal”, sugiriendo que podría contravenir las normativas del organismo.
El vínculo entre Vázquez y Fanelli se remonta a su trabajo conjunto en la Dirección Regional Sur Metropolitana. Vázquez ya había enfrentado controversias en su carrera, incluida una causa por cuentas no declaradas en el extranjero, de la que fue sobreseído.
Reacciones
La decisión ha generado cuestionamientos sobre el respeto a las normas éticas y la transparencia en la gestión pública bajo el gobierno de Javier Milei. Por el momento, ni el presidente ni el jefe de la DGI han emitido declaraciones al respecto.