🚨 La alerta de una científica de la UNCo
En medio del drama de las inundaciones que afectaron recientemente a Bahía Blanca, la ciudad de Neuquén se encuentra bajo un nuevo alerta. Ana Cecilia Dufilho, doctora en Ingeniería del Agua y Medioambiental, advirtió sobre los riesgos que enfrenta la capital neuquina debido al crecimiento urbano desordenado sobre zonas inundables.
📉 ¿Qué factores aumentan el riesgo?
Neuquén, al igual que muchas otras ciudades del país, ha experimentado un desarrollo acelerado en los últimos años, lo que ha llevado a urbanizar áreas que históricamente han sido inundables. Pese a que existen simulaciones de crecidas y planes de emergencia, la ciudad no ha cumplido con las recomendaciones para evitar la expansión en estas zonas de riesgo. Dufilho remarcó que este crecimiento descontrolado podría generar una gran tragedia en caso de una crecida extrema, como la que afectó a Bahía Blanca con 300 mm de lluvia en pocas horas.
🌊 ¿Qué sectores son los más vulnerables?
La zona baja del río Neuquén, especialmente las áreas cercanas al río Limay, es la más vulnerable ante una inundación. Aunque las represas y derivadores como Chihuidos I y II ayudan a controlar las crecidas, la científica señaló que la urbanización en estas áreas aumenta considerablemente los riesgos. Además, la falta de planificación en áreas cercanas a ríos y canales podría generar pérdidas económicas y, lo más grave, la posible pérdida de vidas humanas.
🏙️ ¿Qué medidas se deben tomar?
Dufilho hizo un llamado a la planificación urbana adecuada y a la educación de la sociedad para prevenir estos desastres. “Las recomendaciones no se cumplen y eso es lo que pone en peligro a la ciudad”, aseguró. También enfatizó la necesidad de represas de mayor volumen para contener los caudales extremos, aunque también recordó que las fallas en las represas pueden causar más daño que las crecidas naturales.
🏞️ La importancia de no construir en zonas inundables
El principal consejo es evitar la construcción de industrias, hospitales o barrios privados en zonas inundables. En cambio, deberían destinarse a espacios recreativos o áreas verdes. "Los riesgos son reales y los conocemos, pero no tomamos las decisiones correctas a tiempo", concluyó la científica.
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